Cuando vamos a adquirir una pieza de nuestro producto más famoso y genuíno, nos asalta una duda; y es ¿compro paletilla o jamón? Hay algunas diferencias entre las dos piezas y la primera es el origen de cada pieza: el jamón ibérico proviene de las patas traseras del cerdo y la paleta ibérica de las delanteras. Es por ello que la primera diferencia redunde en su tamaño. Los jamones ibéricos pesan entre 7 y 9 kilos y su proceso de curación ronda los 30 a 36 meses. En cambio, la paleta ibérica es algo más pequeña. Su peso está entre 4 a 5,5 kilos y por tanto requiere una curación más corta: unos 24 meses aproximadamente. La forma de las piezas es también diferente: el jamón ibérico es más alargado y redondeado que la paletilla.
Una de las diferencias que más atraen hacia cada una de las opciones es el sabor. La paleta ibérica es más sabrosa que el jamón, aunque existen innumerables defensores del sabor de este último. Cuestión de gustos...
El más importante de los factores que hacen que el público se decida por la paleta es el precio, ya que es más barata que el jamón ibérico, aunque todo depende de la alimentación del cerdo.
Lo primordial es comprar siempre calidad, piezas que hayan completado sus procesos de curación, ya que debido a la demanda de este producto, algunas fábricas están dando salida a piezas sin haber completado su proceso de curación.
Desde Mándame un Jamón, te ofrecemos la mejor calidad en nuestras piezas de jamón ibérico y de paletilla y si usted lo desea las vendemos ya loncheadas y envasadas al vacío.
Las empresas dedicadas a realizar eventos como Reto XXI utilizan en sus caterings estas piezas con los mejores resultados.
Después de leer este artículo, ¿tú qué prefieres? ¿jamón o paletilla?
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